sábado, 26 de diciembre de 2015

El JARDÍN DE LAS DELICIAS. Lidia Ruiz.

El JARDÍN DE LAS DELICIAS.

El jardín de las delicias es una de las obras más conocidas del pintor Hieronymus Bosch .Se trata de un tríptico pintado al óleo sobre tabla de 220 x 389 cm, compuesto de una tabla central de 220 x 195 cm y dos laterales de 220 x 97 cada una (pintadas en sus dos lados) que se pueden cerrar sobre aquella.                                                            

EL BOSCO.

La escuela flamenca se cerró con su pintor más original EL BOSCO,que hasta 1516,fecha de su muerte,realizó las más extrañas composiciones,donde mezclaba lo real y lo fantástico.
Fueron conocidas sus visiones infernales y los rasgos de humor,todo ello dentro un patente simbolismo un tanto misterioso que ha dado lugar a muy diversas interpretaciones.                                                                               
 A pesar de sus humildes orígenes, su nombre se alzó en las constelaciones de la fama de su época y de la nuestra. Fue el pintor que trabajó para la élite de Bruselas, sobre todo, pintor de aristócratas, de príncipes, con lo cual un pintor ortodoxo, aunque pinte imágenes extrañas, es un pintor de gente clásica.
No se conoce la fecha de la creación de su obra más conocida, el “jardín” que tratamos de explorar, y lo que vemos es extraño. Es un tríptico que muestra una escena religiosa, pero no es un cuadro para una iglesia. En realidad, fue realizado para el príncipe de Orange . Lo que hizo El Bosco es aplicar el formato del tríptico que era típico de las obras religiosas, pero dedicado, en esta ocasión, a un aristócrata.

EL JARDÍN DE LAS DELICIAS.

 Es un tríptico que muestra una escena religiosa, pero no es un cuadro para una iglesia. En realidad, fue realizado para el príncipe de Orange . Lo que hizo El Bosco es aplicar el formato del tríptico que era típico de las obras religiosas, pero dedicado, en esta ocasión, a un aristócrata.

    
El arte que se ocultan las puertas abiertas de este cuadro es tan misterioso como su interior. La imagen el cuadro cerrada nos muestra su visión de Dios padre, una figura pequeña con un libro en una esquina, en una escena oscura. Él situado fuera del mundo, mirando hacia una gran esfera transparente en la que hay un disco plano. La extraña esfera es una Tierra plana rodeada de agua y envuelta en la bruma.


Lo que representa esta imagen es el tercer día de la creación según se narra en el libro del Génesis, en el que Dios padre crea el principio del mundo. Aún no ha creado a los habitantes de la Tierra, y todavía no existe la luz del sol. El pintor lo representa con una escena grisácea, donde no hay color. Unas pequeñas frases en la parte superior, sacadas de los Salmos del Rey Salomón, hablan de la creación del mundo.                                            
Empezamos a ver ciertas rarezas típicas del Bosco. Cuando abrimos el tríptico, nos encontramos con otras tres escenas, con una estructura narrativa de izquierda a derecha.            
En el lado izquierdo, aparece el Paraíso Terrenal, con la creación de Adán y Eva. Este es un mundo poblado de animales exóticos. Hay seres fantásticos como unicornios o perros bípedos, y otros reales como jirafas, elefantes, monos, puercoespines y aves del paraíso. Seres que en aquellos tiempos solo los más aguerridos viajeros habían podido contemplar.                                     
Con un enorme ingenio y efectos lumínicos de notable modernidad, El Bosco expone en el panel izquierdo el castigo de los pecados y faltas de la sociedad bajomedieval, fustigadas por los predicadores de la época (lujuria, avaricia, soberbia, afición al juego, sensualidad de la música, costumbres de los clérigos...).
   Se así cierra el ciclo, y se castiga a aquellos que se dejaron seducir por los goces placenteros que les ofrecía el Jardín de las Delicias terrenales.
   El conjunto se ordena en varios niveles. La parte superior aparece dominada por el infierno de incendios y fuego. En la zona media destaca la figura del hombre-árbol y patinadores desnudos sobre una fina capa de hielo que se quiebra, con lo que van a parar a las aguas heladas donde se debate ya algún condenado. El contraste entre el frío y el calor es uno de los suplicios que según la tradición se sufría en el infierno. En la zona inferior se encuentra el infierno musical, donde los instrumentos musicales (laúd, arpa, órgano de manivela, flauta... de dimensiones descomunales), se transforman en torturadores de los condenados.

COMENTARIO TÉCNICO:

 El Bosco utiliza un punto de vista muy alto (como si estuviésemos observando desde una torre) y así se ve mucho paisaje, el horizonte queda muy lejano. Los colores son muy variados y estridentes, lo que, junto con lo representado, acentúa la sensación de sueño fantástico que impregna todo.
La perspectiva se consigue empequeñeciendo lo que se encuentra lejos. Se hace hincapié en el movimiento de los personajes y en una representación realística de los mismos.
Algo muy típico de los pintores holandeses y flamencos del renacimiento es la minuciosidad en los detalles, hasta el punto de que con una lupa podríamos observar minúsculos detalles que a simple vista pasan desapercibidos.

                      
El tríptico de El jardín de las delicias es una obra de carácter moralizador -no exenta de pesimismo- en la que El Bosco insiste en lo efímero de los placeres pecaminosos representados en la tabla central. El pecado es el único punto de unión entre las tres tablas. Desde su aparición en el Paraíso con la serpiente y con Eva -que asume la culpa principal de la expulsión del Paraíso, propia de la misoginia medieval-, el pecado está presente en el mundo -pese a que se muestre como un Paraíso terreno engañoso a los sentidos- y tiene su castigo en el Infierno.
    

DETALLES.

La cantidad de detalles que contiene “El jardín de las delicias” nos lleva a buscarles una sección aparte dentro del análisis preiconográfico y así veremos algunos de ellos. Esta continuación del análisis se centrara en las 3 partes principales del cuadro que engloba el tríptico abierto: 

PARTE 1. PANEL IZQUIERDA: “El paraíso”. En el primer panel del cuadro se representa el paraíso en el último día de la creación, el cual será la morada del hombre hasta la pérdida de la gracia, debida al pecado. Dios creó las flores, los frutos, los animales y a los 2 primeros humanos, Adán y Eva.
 DETALLE 1: Los frutos. En el paraíso, han aparecido tanto la fruta prohibida, que se encuentra en el árbol del bien y del mal (a la izquierda, representado con una serpiente enroscada en el tronco) y los frutos No prohibidos (a la derecha, detrás de Adán), los cuáles fueron proporcionados por Dios para el hombre. Se ven toda clase de frutos exóticos y enredaderas.
DETALLE 2: Creación de Adán y Eva. Se encuentran primer plano Dios, con un aspecto joven, uniendo a Eva con Adán. Eva fue creada a partir de una costilla de Adán. Dios la creó mientras Adán dormía.                                                                                  
DETALLE 3: La fuente de la vida. Justo en el centro del representado “jardín del edén” se encuentra la fuente de la vida encima de unas rocas llenas de piedras preciosas. Al estar rodeada de agua se encuentra inaccesible y simboliza la tentación y la falsedad (que hallan incluso dentro del paraíso) En el círculo se ve un búho que representa la brujería.                              
DETALLE 4: Los animales. Son representados como bestias que se atacan y devoran alimentándose unas de otras. A la izquierda, un gato se come una rata, en primer plano, los pájaros devoran ranas y sapos, y al fondo se ve como un león está comiéndose un ciervo. En el paraíso, entre tanta demostración de salvajismo, el hombre debía estar por encima de este comportamiento bestial.                                                                                                                                                                                          PARTE 2: PANEL CENTRAL: “El desato de la lujuria”. Representación de la pérdida de gracia del hombre, de cómo todos los mortales cometen el pecado sin pudor y sin miedo a ser castigados. La práctica del acto sexual era la prueba de esta pérdida de gracia del hombre. Éste es el verdadero jardín de las delicias, situado entre el jardín del edén y el infierno, donde serán expiados todos los pecados. En el detalle 4 el personaje de Adán es en realidad un autorretrato de El Bosco. DETALLE 1: El huevo en la cabeza. En el centro geométrico del tríptico hay un jinete con un huevo sobre su cabeza. Se pretende representar la fragilidad del placer, tan frágil como la cáscara del huevo. Como moraleja tiene que la belleza es muy atractiva pero a la vez mortal y caer en el placer es sinónimo de condena eterna. 
DETALLE 2: Estructuras simbólicas. Las 4 extrañas estructuras tienen forma de símbolos sexuales. En estas rocas habitan los mortales, todos los amantes que están en el jardín. Se dice que El Bosco quiso representar los 4 arroyos que confluyen en torno a estas estructuras sean las 4 esquinas de las Tierra. 
DETALLE 3: El baño de Venus. En el centro del jardín hay un estanque donde se bañan unas mujeres. Están rodeadas de jinetes. Es una metáfora sexual. Montar a caballo representa el acto sexual y “el baño de Venus” significaba estar enamorado.                                                                                                     
DETALLE 4: Adán y Eva. A la derecha del extremo inferior Adán es el único que está vestido. Junto a Eva están refugiados en una cueva; se dice que se refugiaron tras ser expulsados del Paraíso DETALLE 5: Las fresas. La fruta representa el placer carnal. El pecado original consistió en comer de la fruta prohibida. En el lenguaje medieval “coger fruta” significaba tener comercio carnal (sexual).                                                                                                                                                                                     
 PARTE 3: PANEL DERECHA: “El castigo eterno”. Todos los pecadores reciben su condena en el infierno. Todo tipo de criaturas y formas demoníacas castigan a los mortales de multitud de maneras. Queda muy bien reflejado el sufrimiento de los humanos, condenados eternamente por llevar a cabo y sin control la lujuria. 
DETALLE 1: Fuegos del infierno. En lo alto del cuadro se ve la imagen más típica del infierno, lleno de fuego y azufre. Debajo la guadaña fálica (2 orejas y una hoja). También se observan feroces animales en la parte inferior. 
DETALLE 2: Castigos del infierno. Una criatura aviforme devora humanos y los defeca en un pozo de excrementos. Es el castigo que reciben los mortales por incurrir en el pecado mortal de la gula.                
                                                
DETALLE 3: Instrumentos musicales gigantes. Estos instrumentos musicales simbolizan por tradición el amor y la lujuria. En la obra se representa que estos instrumentos sirven para crucificar a los que en vida cometieron pecados carnales.
                                      

VIDEOS.
https://www.youtube.com/watch?v=Sj3fkaegAuU
https://www.youtube.com/watch?v=8nxgxVORbBE




Significado.

El tríptico El Jardín de las Delicias es una obra enigmática, en la que es difícil encontrar las claves que permitan entender el significado pleno de su obra. Los estudiosos difieren respecto a la interpretación de la obra más enigmática de El Bosco. La mística de su tiempo, la alquimia, la astrología el folklore local, la herejía adamita y hasta la teoría psicoanalítica se han utilizado para dar sentido a una pintura de la que ni siquiera conocemos su nombre original. Podemos aceptar o rechazar estas interpretaciones sobre la obra de El Bosco, pero no puede ponerse en duda que su significado era explícito para sus contemporáneos.
 De Tolnay, en una explicación de tipo psicoanalítico, explica la obra como una representación del sueño humano que trata de romper con los límites impuestos al amor por la tradición y la moral entonces vigentes.
Otros ven en El Bosco un hereje o un seguidor de sectas e ideas esotéricas. Para Fraenger, la tabla central del tríptico representa el Paraíso sensual de los Adamitas, que defendían el nudismo y las relaciones sexuales libres. La unión del placer y el amor, sensual y espiritual, era el mejor de los medios para restablecer la inocencia perdida del Edén. Sin embargo, estas explicaciones no tienen conexión real con la biografía de El Bosco. Éste es un pintor famoso, perfectamente integrado en una sociedad cristiana de la que es un miembro apreciado y respetado, lejos de toda duda razonable sobre su ortodoxia. Esto aleja cualquier interpretación esotérica o críptica a la hora de encararse con su obra.
  Hoy la mayoría de los críticos rechazan estas interpretaciones, aun cuando reconozcan elementos aportados por sus defensores en el análisis pormenorizado de la simbología del Bosco. Mayoritariamente el Jardín de las Delicias se considera una sátira moralizante sobre el destino de la naturaleza humana y los hombres de su entorno social.Sin embargo, la proliferación de monstruos y de signos fantásticos conduce a una lectura ambigua o poco clara. Aunque se admite su consideración como pintura religiosa, con un meditado programa iconográfico donde se condena la participación en un mundo de placeres, al tiempo éstos se presentan (tabla central) de forma agradable. El Bosco pretende mostrar en la tabla central el desenfreno del pecado de la lujuria, pero muestra una peculiar fascinación por los vicios que ataca. Hay un mensaje de advertencia al cristiano, un anuncio de castigos, pero en el exceso de las imágenes, en la reiteración de los motivos, hay una sobrecarga consciente quizá con la pretensión de satisfacer y  deleitar al clientes que adquiere la obra.
 

   El Jardín de las Delicias fue probablemente un encargo de Enrique III de Nassau para su palacio de Bruselas, donde se encontraba la obra en 1517, tan sólo un año después de la muerte del pintor. Estos encargos de particulares no siempre tenían como finalidad colgar la pintura en un recinto sagrado o, al menos, en una iglesia pública, y se reservaban el "placer" del disfrute privado de las ocurrencias bosquianas. No lo hacían por el "sermón" del contenido de obra, sino también por el disfrute en su contemplación. En esta capacidad fabuladora y de "divertir con sus diabluras" pueden estar algunas de las razones de su éxito.


BIBLIOGRAFÍA.
Museo Nacional EL PRADO
Mupart
Jardín de las delicias Manuel Haro
Wikipedia.






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